El documental Tumaco Pacífico, del realizador colombiano Samuel Córdoba es una historia de observación que participa de la Competencia Documental del certamen. La vida diaria en una ciudad de palafitos, donde una cultura rica y alegre sobrevive a un poderoso tsunami de violencia. Un mundo absurdo y hermoso a la vez, creciendo sobre un mar inundado de basura.
El director conversó con el Diario del Festival, a días del comienzo del 4º FESAALP.
- ¿Cómo definís a Tumaco Pácifico?
- Como un viaje.
- ¿Cómo llegas a Tumaco, y a filmar su historia?
- Llevaba viviendo siete años en Los Ángeles, cuando un día en casa de un amigo me encontré con una foto impresionante de los palafitos de Tumaco en un libro llamado “Colombia Panorámica”. Desde entonces comencé a soñar con la idea de ir a ese lugar desconocido para mí, a hacer un documental sobre la vida cotidiana.
Hacía un tiempo buscaba cambiar el rumbo de mi vida para hacer proyectos con un fondo social y cultural más allá de la búsqueda prioritaria del entretenimiento. Así que tomé la decisión de volver a mi país y unos meses más tarde llegué Tumaco con una cámara y un micrófono y sin saber lo que iba a hacer, me fui encontrando con los personajes y sus historias.
- ¿Cómo fue el proceso de investigación?
- Tomé la decisión de ir a Tumaco sin previa investigación. Quería ir a documentar la vida cotidiana y sentía que eso era algo que sólo podía hacer experimentando, viviendo en el lugar. Sabía que iba a un sitio que sufre de pobreza y de violencia, y donde la mayoría de los habitantes son negros, pero no era consciente que iba a conocer otra cultura. Las personas que conocí y la sabiduría que me brindaron, fue algo que nunca imaginé.
- ¿Cómo fue tu experiencia en cuanto a la producción independiente y distribución del film?
- La producción la hice por mi cuenta, con el apoyo de mi hermano y mi familia. El principal costo fue el tiempo que le invertí ejecutando cada oficio hasta la edición final. Me tomó dos años desde el momento en que decidí hacerlo hasta la primera presentación que fue en la casa de la cultura de Tumaco. Hasta ese instante tenía algo de idea de lo que estaba haciendo, pero luego entré a un terreno totalmente desconocido. Aún ahora lo estamos conociendo, con mi esposa, quien ha trabajado conmigo en toda la etapa de difusión. Hemos logrado tener presentaciones en Colombia y por fuera y siempre la reacción del público ha sido maravillosa.
En una muestra de cine latinoamericano en Burdeos, Francia, nos ganamos el premio del público y desde entonces mucha gente nos ha contactado, interesada en verlo. En la última presentación que hicimos en Bogotá llenamos la sala y al final pusimos a la venta las primeras copias en DVD, de una serie de cien que produjimos. En los próximos meses vamos a estar en varios festivales por primera vez como selección oficial, empezando por FESAALP. Tenemos una página de internet y un blog donde estamos registrando cada paso que damos, mientras vamos descubriendo nuestro camino.
- ¿Cómo fue la experiencia del rodaje y sobre todo con los habitantes de Tumaco?
- Fue la experiencia más maravillosa de mi vida. En Tumaco me recibieron con las puertas abiertas y las mantuvieron de par en par durante toda mi estadía. Viví con la familia de Doña Bertha en el puente San Judas cerca de tres meses. Allí comí y dormí todos los días y siempre me sentí cómodo, en confianza. Fui sólo y no fui a indagar ni tampoco a enseñar ni a evangelizar, como es lo que se acostumbra, sino a observar sin juzgar y a aprender de la vida.
Los personajes surgieron por cuestión de química, y el contenido del documental surgió de ellos mismos. El no estar acompañado por un equipo de producción hizo que la cámara fuera menos invasiva. Mi única compañía a la hora de grabar fue Wiston, sobrino de Bertha, quien sostenía el micrófono y a quien todos reconocían. Eso fue fundamental para que hubiera un comportamiento en cámara mucho más natural.
- ¿Los habitantes de Tumaco ya pudieron ver el film? ¿Cómo fue su reacción?
- El primer lugar donde presenté el documental fue en Tumaco. Asistieron todos los que participaron en el documental y sobretodo muchos niños del barrio. Ha sido la proyección más diferente de todas porque fue como una fiesta. Dos sobrinos de Doña Eduarda (uno de los personajes) se pararon en frente de la pantalla y bailaban cada vez que había música. La gente se reía a carcajadas, gritaban, hacían mucha bulla. Pero en medio de la recocha la reacción fue muy positiva. A todos les encantó y los que se vieron en pantalla quedaron muy orgullosos y contentos.
- ¿Cómo es la situación de los documentalistas en Colombia?
- He trabajado sólo, aislado del resto de la producción de documentales en Colombia. Aunque he tenido la oportunidad de conocer a otros realizadores colombianos en festivales, no sé muy bien cómo será su situación, pero intuyo que muy difícil. Hay mucha producción de documentales en Colombia y ninguno logra distribución en salas de cine. Los canales de televisión pagan muy poco por los derechos de emisión, así que no hay muchas oportunidades. Nuestro mercado lo tenemos que crear.
- ¿Cómo ves la producción hoy en día en Colombia?
- Veo que crece. Hay mucha motivación por crear una industria del entretenimiento y el Estado lo apoya. También hay mucho interés de los jóvenes por el trabajo audiovisual, lo que garantiza una mano de obra talentosa. Sin embargo, siento que el mercado es restringido y sin diversidad. Hay pocos espacios de difusión para producciones con un contenido cultural más profundo.
- ¿Cuáles son tus próximos proyectos?
- Aún no los tengo definido. Tengo varias ideas por la misma línea de Tumaco Pacífico, explorando la vida cotidiana y nuestra relación en desequilibrio con el medio ambiente. Pero siento que hasta que no termine por completo con este en su etapa de difusión, no puedo comenzar a trabajar en otro. No soy polifuncional.
- ¿Qué expectativas tenés con tu proyección en el FESAALP?
- Que mucha gente lo vea y que ojalá les guste. En Argentina no se ha proyectado y me emociona mucho tener la oportunidad. En cada país hemos descubierto un público diferente, con una curiosidad y observaciones distintas y la retroalimentación al final de cada presentación siempre ha sido muy especial. Estamos muy tristes porque por falta de recursos no vamos a poder asistir al FESAALP, espero que exista la posibilidad de hacer una teleconferencia por skype para poder dialogar con el público al final de la presentación.
Tumaco Pacífico se proyectará el miércoles 16 a las 20hs.
Accedé desde acá a la web del documental.
- ¿Cómo definís a Tumaco Pácifico?
- Como un viaje.
- ¿Cómo llegas a Tumaco, y a filmar su historia?
- Llevaba viviendo siete años en Los Ángeles, cuando un día en casa de un amigo me encontré con una foto impresionante de los palafitos de Tumaco en un libro llamado “Colombia Panorámica”. Desde entonces comencé a soñar con la idea de ir a ese lugar desconocido para mí, a hacer un documental sobre la vida cotidiana.
Hacía un tiempo buscaba cambiar el rumbo de mi vida para hacer proyectos con un fondo social y cultural más allá de la búsqueda prioritaria del entretenimiento. Así que tomé la decisión de volver a mi país y unos meses más tarde llegué Tumaco con una cámara y un micrófono y sin saber lo que iba a hacer, me fui encontrando con los personajes y sus historias.
- ¿Cómo fue el proceso de investigación?
- Tomé la decisión de ir a Tumaco sin previa investigación. Quería ir a documentar la vida cotidiana y sentía que eso era algo que sólo podía hacer experimentando, viviendo en el lugar. Sabía que iba a un sitio que sufre de pobreza y de violencia, y donde la mayoría de los habitantes son negros, pero no era consciente que iba a conocer otra cultura. Las personas que conocí y la sabiduría que me brindaron, fue algo que nunca imaginé.
- ¿Cómo fue tu experiencia en cuanto a la producción independiente y distribución del film?
- La producción la hice por mi cuenta, con el apoyo de mi hermano y mi familia. El principal costo fue el tiempo que le invertí ejecutando cada oficio hasta la edición final. Me tomó dos años desde el momento en que decidí hacerlo hasta la primera presentación que fue en la casa de la cultura de Tumaco. Hasta ese instante tenía algo de idea de lo que estaba haciendo, pero luego entré a un terreno totalmente desconocido. Aún ahora lo estamos conociendo, con mi esposa, quien ha trabajado conmigo en toda la etapa de difusión. Hemos logrado tener presentaciones en Colombia y por fuera y siempre la reacción del público ha sido maravillosa.
En una muestra de cine latinoamericano en Burdeos, Francia, nos ganamos el premio del público y desde entonces mucha gente nos ha contactado, interesada en verlo. En la última presentación que hicimos en Bogotá llenamos la sala y al final pusimos a la venta las primeras copias en DVD, de una serie de cien que produjimos. En los próximos meses vamos a estar en varios festivales por primera vez como selección oficial, empezando por FESAALP. Tenemos una página de internet y un blog donde estamos registrando cada paso que damos, mientras vamos descubriendo nuestro camino.
- ¿Cómo fue la experiencia del rodaje y sobre todo con los habitantes de Tumaco?
- Fue la experiencia más maravillosa de mi vida. En Tumaco me recibieron con las puertas abiertas y las mantuvieron de par en par durante toda mi estadía. Viví con la familia de Doña Bertha en el puente San Judas cerca de tres meses. Allí comí y dormí todos los días y siempre me sentí cómodo, en confianza. Fui sólo y no fui a indagar ni tampoco a enseñar ni a evangelizar, como es lo que se acostumbra, sino a observar sin juzgar y a aprender de la vida.
Los personajes surgieron por cuestión de química, y el contenido del documental surgió de ellos mismos. El no estar acompañado por un equipo de producción hizo que la cámara fuera menos invasiva. Mi única compañía a la hora de grabar fue Wiston, sobrino de Bertha, quien sostenía el micrófono y a quien todos reconocían. Eso fue fundamental para que hubiera un comportamiento en cámara mucho más natural.
- ¿Los habitantes de Tumaco ya pudieron ver el film? ¿Cómo fue su reacción?
- El primer lugar donde presenté el documental fue en Tumaco. Asistieron todos los que participaron en el documental y sobretodo muchos niños del barrio. Ha sido la proyección más diferente de todas porque fue como una fiesta. Dos sobrinos de Doña Eduarda (uno de los personajes) se pararon en frente de la pantalla y bailaban cada vez que había música. La gente se reía a carcajadas, gritaban, hacían mucha bulla. Pero en medio de la recocha la reacción fue muy positiva. A todos les encantó y los que se vieron en pantalla quedaron muy orgullosos y contentos.
- ¿Cómo es la situación de los documentalistas en Colombia?
- He trabajado sólo, aislado del resto de la producción de documentales en Colombia. Aunque he tenido la oportunidad de conocer a otros realizadores colombianos en festivales, no sé muy bien cómo será su situación, pero intuyo que muy difícil. Hay mucha producción de documentales en Colombia y ninguno logra distribución en salas de cine. Los canales de televisión pagan muy poco por los derechos de emisión, así que no hay muchas oportunidades. Nuestro mercado lo tenemos que crear.
- ¿Cómo ves la producción hoy en día en Colombia?
- Veo que crece. Hay mucha motivación por crear una industria del entretenimiento y el Estado lo apoya. También hay mucho interés de los jóvenes por el trabajo audiovisual, lo que garantiza una mano de obra talentosa. Sin embargo, siento que el mercado es restringido y sin diversidad. Hay pocos espacios de difusión para producciones con un contenido cultural más profundo.
- ¿Cuáles son tus próximos proyectos?
- Aún no los tengo definido. Tengo varias ideas por la misma línea de Tumaco Pacífico, explorando la vida cotidiana y nuestra relación en desequilibrio con el medio ambiente. Pero siento que hasta que no termine por completo con este en su etapa de difusión, no puedo comenzar a trabajar en otro. No soy polifuncional.
- ¿Qué expectativas tenés con tu proyección en el FESAALP?
- Que mucha gente lo vea y que ojalá les guste. En Argentina no se ha proyectado y me emociona mucho tener la oportunidad. En cada país hemos descubierto un público diferente, con una curiosidad y observaciones distintas y la retroalimentación al final de cada presentación siempre ha sido muy especial. Estamos muy tristes porque por falta de recursos no vamos a poder asistir al FESAALP, espero que exista la posibilidad de hacer una teleconferencia por skype para poder dialogar con el público al final de la presentación.
Tumaco Pacífico se proyectará el miércoles 16 a las 20hs.
Accedé desde acá a la web del documental.
1 comentario:
me gusto mucho los comentarios del director, alli estare presente.
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